Dime cuantos besos me he perdido desde que nos estamos dejando...

A veces vuelvo a equivocarme,
cojo el móvil y otra vez te llamo,
A veces llamo y no contestas,
y para qué decirte nada, si ya me sé la respuesta,
a veces todo te molesta,
A veces no quiero ni recordar tu sonrisa en esa fiesta,
a veces te miraba y te quedabas muda,
ahora ya nada importa, ya no me quedan dudas.

Incluso echo de menos, lo que sigue siendo mío.

Le di mis noches y mis días, mi angustia, mi risa, a cambio de sus besos y su prisa.

Con él descubrí que hay amores eternos, que duran lo que un corto invierno

El tiempo dijo que todo lo curaba, mentira.

Y puede que me equivoque; de hecho estoy hecha para esto

Dibujar su inicial por todos lados, e incluso en tu mano. Sonreír cuando te habla como si fuera lo más gracioso del mundo y decirle con esa vocecita que solo te sale con el, que es tonto. Obsesionarte con las llamadas perdidas, su voz y sus mensajes interminables. Creer que su olor ha de formar parte de cualquier molécula de oxigeno que inspires, que sus pupilas y su iris van a acabar de trastornarte, porque esos ojos marrones son encantadores. Tararear esa canción porque así te acuerdas de él en todo momento. Eso, eso exactamente, es de lo que te hablaba.

¿Le quieres, de verdad?

Una simple pregunta psicológica.

Ningún nombre fue mencionado.

Pero alguien apareció sin previo aviso en tu pensamiento (:

♥

Me encantas. Me encanta cuando hablas, cuando se mueven tus labios y llegan a formar una sonrisa, esa sonrisa que me llena la vida, que me hace falta todos los días. Me encanta cuando tu voz sale por tu boca y llega a entrar en mis oídos de la mejor manera que existe en el mundo, me encanta como me hablas, me encanta que me mires aunque sea por un momento, me encanta cuando veo en mi móvil una llamada perdida tuya, porque no es simplemente una llamada perdida, es más, es un "estoy pensando en ti", me encanta sentir lo que siento cuando te veo, cuando me tocas, me encanta darme la vuelta, mirarte y ver que también me estas mirando, me encanta escuchar esa canción que me recuerda a ti, me encanta acostarme y levantarme pensando en ti. Y me encantas porque simplemente te quiero.

Cuando te encuentres ante dos opciones y tengas que elegir, simplemente lanza una moneda al aire. Es un truco que siempre funciona, y no sólo porque por fuerza te saca de dudas, sino porque en ese breve momento en que la moneda está en el aire... de repente sabes qué cara quieres que salga.

Ten por seguro, que siempre me voy a levantar :3

Sí, puede que no sea la persona más fuerte, ni la más valiente o la más decidida. Puede que me equivoque muchas veces, demasiadas quizás... Pude que me de cuenta de lo que quiero cuando ya no lo tengo, que mi lista de caprichos sea larguísima, que mis paranoias aumenten día sí y día también; que los malos momentos sean muchos, aunque los buenos los superen. Puede que complique lo fácil, que facilite lo difícil, y también puede que tropiece cien mil veces con la misma piedra, pero ten por seguro que siempre me voy a levantar. Siempre.